La vida sobre ruedas

Artículos de bebéBlog5 comentarios

Vivimos en un pueblo, ya lo hemos comentado alguna vez, lo que tiene ciertas ventajas y desventajas del día a día.

Desde que llegué aquí para dominguear y veranear con mis padres, me he movido en bicicleta por el pueblo. Aunque como eran otros tiempos, aprendí a montar en la ciudad, en una calle por la que apenas pasaban coches, cosa que ahora sería imposible: sin casco, sin protecciones, en zona urbana no apta para bicicletas, fuera de un carril bici (¿qué era eso de un carril bici en los 90?).

Pero esa bici pocas veces salió del pueblo. Alguna vez la montábamos en la baca del coche cuando nos íbamos de camping (que eso era como irte a otro pueblo), pero vivió aquí. Vivió, hablo en pasado porque esa bici pasó a la historia, una orbea lila que me regalaron los Reyes Magos. Después tuve una de montaña (más adecuada para esta zona), y cuando vine a vivir aquí mi marinovio me regaló la actual que tengo, apta para ir a trabajar o ir por caminos.

fotofinde

Pero no os quiero aburrir con mi historia, quiero contaros lo que ocurre con la nueva generación. Seguro que habéis oído eso de que

«hoy en día el día de Reyes ya no se ve a los niños por las calles jugando con sus juguetes nuevos, están todos en el sofá con sus videoconsolas»

Pues aquí unos que no cumplen esa frase, y sé de varios de la zona que también pasaron el día (y los sucesivos) estrenando cacharritos con ruedas.

Los Reyes Magos de Oriente le regalaron a la beba un patinete, estaba en la lista de regalos, pero «mandamos la carta a última hora». Ella había probado un patín parecido con asiento de un amiguito, y días antes de Reyes un patinete normal de otra amiguita, y pasó dos días diciendo que quería un patín. Así que finalmente llegó el patín.

Dijimos que Reyes no, peeero al final les hemos dejado entrar. #padresenpañales

A photo posted by Lydia (@lyromano) on

Super contenta y entusiasmada estaba ella y salimos la mañana de Reyes a la calle. Ventajas de vivir en un pueblo, podíamos ir por donde quisiéramos calzada, acera… ¡que la calle era nuestra! Al principio con miedo, o más que miedo torpeza, pero acabó cogiendo mucha velocidad y estabilidad. Ese día el patín fue con ella a todos lados.

Estrenando el patín #micro, ventajas de vivir en un pueblo.. La calle es nuestra'!!!

A video posted by Lydia (@lyromano) on

Los días sucesivos no ha parado de usarlo en casa con el asiento. Un día, por probar, le quité el asiento, y entonces (ENTONCES, DESPUÉS DE UNA SEMANA), descubrió que eso era un patín: «Mira mamá es un patín, ¡¡lo que yo quería!! es como el de E». Y contenta y feliz empezó a usarlo sin asiento, mucho mejor de lo que yo me esperaba.

Practicando equilibrio en casa #micro #patinete

A video posted by Lydia (@lyromano) on

Pero. Hay peros. Esta niña no está acostumbrada a ir andando a los sitios. Mea culpa. El carrito gemelar es una maravilla para mí, sino con los dos no sé como me hubiera apañado, pero eso hace que ella camine poco por la calle, y cuando salimos de paseo, como vamos por caminos y zonas poco transitadas, no termina de aprender sobre como ir por la calle (aceras, cuidado con los coches, mirar a los lados, y esas cosas).

Nosotros intentamos que salga con el patín, que en la calle hay más sitio que en el salón, obvio, pero es llegar a la calle, desplazarse unos metros, y pasear el patín cual perrito. Para nada le insistimos, ella misma no quiere ir a ningún lado sin su patín, aunque a veces directamente lo mete en la cesta del carro. No sé si es por el frío que le dará pereza, o que no acaba de pillar que sirve para desplazarse y cansarse menos (que es lo que a ella le va, poco esfuerzo), así que en unos días espero tener un patín de adulto que me va a prestar un primo (porque hace años se pusieron de moda y los chavales iban en patín everywhere, pero ahora los tienen en trasteros cogiendo polvo), para así poder ir con ella y predicar con el ejemplo.

Que ganas tenemos de buen tiempo, salir con el patín a la calle a cualquier hora, estrenar al enano en el asiento de la bici para poder ir a dar largos paseos…

¿También tuvieron regalos con ruedas vuestros peques?

5 comentarios en “La vida sobre ruedas

  1. Jajajaj nosotros también vivimos en un pueblo y el día de Reyes nos lanzamos a la calle a estrenar su patinete, si, también nos trajeron uno y la bici nueva. Es genial disfrutar al aire libre y verles a ellos aprender y pasarlo bien.

    1. Lydia dice:

      es una maravilla salir a la calle sin preocupaciones. Que bien patinete y bici, no vais a parar!!

  2. Emily Atracciones dice:

    Por aquí también salimos a la calle y lo mejor de todo son las tardes de verano que se alargan y seguimos disfrutando del aire libre como cuando éramos pequeñas. Las ventajas que tienen los pueblos…. Somos las dueñas de la calle!!!

    1. Lydia dice:

      este verano pasado cuando aún era de día a las 22h nos decía que a dormir no, ¡¡que era de día!! como para meterlos en casa. jiji

  3. Mi bichilla tiene solo una moto de esas de ruedas anchas, pero la semana pasada se subió en una bici enorme para ella, pero con ruedines, y como es tan larga que llegaba a los pedales, a los 30 segundos iba rodando por la juguetería y no se quería bajar. Aquí estamos al contrario, mucho tráfico y mucho ir caminando siempre que podemos salir los 3 juntos, para dejar el carrito cuanto antes y que se acostumbre a la calle.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Las cookies recogen información en tu navegador web para ofrecerte una mejor experiencia online. Si continúas navegando, estás aceptando su uso. OK | Más info